La despenalización de la interrupción del embarazo en México abre una vía en una región donde las mujeres aún son encarceladas o se arriesgan a morir por una legislación punitiva
El 7 de septiembre de 2021 se recordará en México como el día en que se despenalizó el aborto, es decir, el día en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación sentenció que ya nunca una mujer pisaría la cárcel por haber frenado su gestación, y que las que estaban dentro recobrarían su libertad. En breve se las verá salir a la calle. Serán unas 40 o 50 en un país de 126 millones de habitantes, porque hay un dato aún peor: seguramente sean más las que mueren tratando de lograr lo que los Estados les vienen negando durante décadas.